Las amenazas que el CO2 artificial presenta a los océanos han sido bien documentadas.
Una pequeña buena noticia es que, a pesar de los crecientes niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera, los océanos, en parte, parecen estar avanzando en la tarea de absorber su parte histórica del carbono adicional.
Estas son algunas de las tecnologías más intrigantes basadas en el océano que se están desarrollando y que tienen la intención de mitigar y prevenir el daño causado por un exceso de gases de efecto invernadero.
Olivine: Es un mineral verde abundante que es interesante porque una tonelada de mineral puede absorber hasta 1.25 toneladas de CO2. Este proceso de absorción es impulsado por la meteorización de la olivina.
Frenar las emisiones de metano: En Australia hay una alga rosada única llamada asparagopsis taxiformis, que cuando se agrega al alimento del ganado puede reducir la producción de metano hasta en un nueve por ciento.
Combustible de hidrógeno: El hidrógeno se conoce como combustible de “emisión cero”, y existe un proceso directo para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. El desafío es que debido a problemas de corrosión, los métodos de separación actuales dependen del agua altamente purificada. Lamentablemente, los mejores procesos de purificación de agua actualmente en juego son caros y requieren importantes aportes de energía.
Oceanix: Su objetivo es diseñar y construir ciudades flotantes para que las personas vivan de manera sostenible en el océano. De esa manera, si los océanos se elevan, las ciudades pueden elevarse con ellos. Oceanix tiene algunos avales de alto perfil.
Estos cuatro ejemplos apenas arañan la superficie del trabajo que se realiza para compensar el impacto de los humanos en la atmósfera. A pesar del pesimismo general que se siente hoy con respecto al clima, nos sentimos alentados por la pasión y la creatividad que se dedican al tema.